¿Es contagioso el buen liderazgo?

Sabido es que las emociones se contagian; existen investigaciones que han demostrado que la felicidad es contagiosa, incluso, si se tiene un amigo feliz, la probabilidad de que aumente el propio nivel de felicidad es de un 25%.

Los comportamientos también son contagiosos. En otro estudio se determinó que si se tiene amigos con sobrepeso, aumentan las posibilidades de aumentar de peso, y al contrario, si se deja de fumar, aumentan las probabilidades de que lo dejen los amigos también.

Pero este «contagio social» ¿afecta a los líderes? Se sabe que el buen liderazgo genera trabajadores comprometidos y que los líderes influyen en una variedad de resultados como la rotación del personal, la satisfacción del cliente, las ventas, los ingresos y la productividad, entre otros.

Entonces, ¿un buen líder también genera buenos líderes a su alrededor? Y, ¿qué comportamientos son los que se imitan con mayor facilidad? Para esto se examinaron las evaluaciones 360° de altos directivos y de los trabajadores directos que ocupaban puestos de mando intermedios, donde se encontraron correlaciones altamente significativas en una variedad de comportamientos.

Se analizaron 51 comportamientos y se encontraron correlaciones significativas en más de 30 (todos mostraron alguna correlación, pero no todas eran estadísticamente importantes). Dentro de los comportamientos que parecían contagiosos, había algunos que parecían incluso más contagiosos que otros; los que tenían las correlaciones más altas entre los directivos y sus equipos se centraron en los siguientes temas (desde el más al menos contagioso): desarrollo propio y de otros, habilidades técnicas, capacidad de estrategia, consideración y cooperación, integridad y sinceridad, perspectiva global, firmeza/capacidad de toma de decisiones, y enfoque en resultados.

Al analizar el rendimiento general, los directivos con peor rendimiento tenían equipos que rendían por debajo de la media, y a la inversa, los directivos calificados como muy eficaces tenían equipos que también recibieron puntuaciones por encima de la media.

También se concluye que si la persona en un cargo de directivo hace un trabajo mediocre, no sólo erosiona el nivel de compromiso de los que trabajan para él sino también el nivel de compromiso de los que trabajan para ellos. Y lo opuesto también se confirma: si se es un buen jefe, eso afecta tanto a su equipo como a los equipos de sus equipos.

Finalmente, es importante destacar que los líderes generan impacto en sus equipos, hay una influencia que puede ser sutil y producirse a lo largo del tiempo, sin embargo no hay duda en que influyen, por lo tanto es muy útil la autoobservación para mantener lo que funciona y mejorar lo que sea necesario en beneficio tanto del líder como de sus equipos de trabajo.

Fuente: Business Harvard Review

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