¿Cuáles son las 3 características que más motivan a los trabajadores?

De acuerdo a una encuesta de Gallup el 2016, el 70% de los trabajadores en Estados Unidos «no se sienten implicados» o se sienten «activamente desconectados»; si bien los beneficios materiales se agradecen, no sirven para impulsar el bienestar a largo plazo y de forma eficaz. Se propone que los líderes intencionalmente proporcionen tres habilidades:

  1. Inspiración. Sin importar la actividad principal de la empresa es importante que su cultura tenga un propósito. Los estudios demuestran que las personas que disponen de un sentimiento de propósito son más centradas, creativas y resistentes, entonces los líderes deberían recordar a los trabajadores cómo su trabajo impacta en la vida de la gente. Los líderes también pueden representar una fuente de inspiración para los trabajadores ya que si se comportan de manera altruista y demuestran que les importa más el grupo que ellos mismos, los miembros del equipo confían más, son más cooperativos, dedicados, leales, colaboradores y comprometidos. Se sugiere asegurarse de trabajar junto al equipo a diario o semanalmente, demostrando una alianza con ellos y, más ampliamente, con la organización.
  2. Amabilidad. Los seres humanos somos por naturaleza seres sociales, no obstante las interacciones del entorno laboral pueden ser intercambios transaccionales. De acuerdo a diversos estudios, el compañerismo y el reconocimiento serían más importantes incluso que los altos salarios a la hora de promocionar la lealtad de los trabajadores; también se confirma que las relaciones positivas y cálidas representan uno de los indicadores más importantes del bienestar psicológico, por lo que los líderes debieran cuidar la cultura que crean y las emociones que expresan en el trabajo. Los fundamentos de una cultura amable incluyen la consideración y el respeto, que aumentan el producto creativo tanto a nivel de equipo como individual. Los líderes amables hacen cosas pequeñas para demostrar que les importan los miembros de su equipo como personas, no sólo como empleados. El simple acto de preguntar cómo está alguien a nivel personal y realmente escuchar su respuesta es un buen primer paso.
  3. Autocuidado. Los programas de bienestar sólo funcionan cuando se ha creado una cultura en la que priorizar el autocuidado sea aceptable y hasta fomentado. El ejercicio, el descanso, las prácticas de relajación y límites más estrictos entre el trabajo y la casa pueden reducir el estrés laboral y aumentar el bienestar y la implicación de los trabajadores. Dormir bien es fundamental ya que un equipo descansado tiene personas más contentas y con un mejor rendimiento. Entonces se propone animar a los trabajadores a hacer ejercicio, a hacer pausas y a descansar más.

Durante una ajetreada semana de trabajo puede ser fácil perder de vista lo que realmente impulsa el bienestar del equipo, sin embargo los mejores líderes son capaces de hacer una pausa y mantener un toque humano en el entorno laboral al inspirar a los trabajadores, ser amables con ellos y motivarlos para que se cuiden.

Fuente: Harvard Business Review

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