Estrategias para adoptar una actitud mental positiva

La actitud mental positiva es lo que marca la diferencia a la hora de disfrutar de las oportunidades que se presentan. Existen personas que sin darse cuenta, se centran siempre en el déficit, pasando gran parte de su tiempo lamentándose, con lo que se autosabotean.

Para sentirse bien es importante tener acceso a ciertos recursos básicos, sin embargo teniendo las mismas cosas, hay grandes diferencias en el modo en el que las personas aprecian lo positivo que ocurre en sus vidas. Parte de la percepción de felicidad propia tiene que ver con la mentalidad, la gestión de la atención y la frecuencia con la que se tienen pensamientos positivos. Entonces, para esto, es útil aplicar algunas de las siguientes estrategias en la vida cotidiana:

DISTINGUIR REALISMO DE PESIMISMO. En los momentos en los que las personas se sienten mal, se tiende a ver todo desde un punto de vista pesimista por lo que es frecuente creer que todo lo que hace sentir bien es un engaño, y que la realidad está caracterizada por dolor y malestar. Claramente esto es un sesgo, una manera de deformar la interpretación de lo que ocurre; por eso es importante no caer en la trampa de creer que la felicidad es una ilusión.

ORIENTAR LOS PENSAMIENTOS HACIA OBJETIVOS CONCRETOS. Si se trazan planes realistas cuyos resultados pueden ser vistos a corto plazo, se tiene la posibilidad de alegría con frecuencia. El gran beneficio de hacer esto es mantener una fuente motivacional constante.

RODEARSE DE PERSONAS CON ACTITUD POSITIVA. La manera de pensar y de sentir se contagia con gran facilidad, por eso es importante disponer de círculos sociales en los que prime el optimismo y la actitud mental positiva. Si existen estímulos que desencadenen alegría, diversión u optimismo, es más fácil que esta manera de pensar se mantenga y se empiece a reproducir automáticamente, de manera autónoma.

INVOLUCRARSE EN PROYECTOS A LARGO PLAZO. Además de tener siempre en mente pequeños objetivos, es importante tener uno de largo alcance ya que así se tiene una finalidad general que guía los actos y que da la posibilidad de pensar en el futuro que se quiere construir. Al plantearse objetivos ambiciosos, aumenta la sensación de progreso que permite esperar con ilusión ciertos hitos.

APOYAR A OTROS. El ser humano es empático, y por eso, ver el alivio y el agradecimiento en los demás es una manera de tener muchos más motivos para sonreír, entonces es útil ayudar a otros sólo por la satisfacción que esto produce.

DISTANCIARSE DE LAS OPINIONES NEGATIVAS. Muchas de ellas son emitidas por el simple hecho de herir, o simplemente para expresar una actitud o defender una ideología yendo en contra de otra, entonces es importante saber distinguirlas y no tomarlas todas como verdaderas. Entonces, es útil quedarse solo con el posible valor informativo de esta clase de mensajes, no centrarse solo en cómo hacen sentir. También es útil separar opiniones de razonamientos.

Finalmente, para tener una actitud más positiva es importante no ponerse trabas dejando que la desesperanza atrape y lleve a ver las cosas desde un sesgo negativo. Para ello, es importante  trabajar en el día a día hacia objetivos claros y realistas, y elegir entornos sociales que leven a dar lo mejor de uno mismo.

Fuente: Psicología y Mente

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