CONFLICTO: cómo enfrentarlo y salir fortalecido

Evitar no es la respuesta frente al conflicto. Muchas personas lo ven como algo malo que es mejor ignorar… Sin embargo, si no atendemos aquellas cosas que causan conflicto, serán justamente ellas las que comiencen a “infectar” diferentes áreas de nuestra vida y relaciones. Por esto, lo primero que debemos entender, es que el conflicto se debe enfrentar y contener, antes de que éste se propague.

¿Cómo? Entendiendo el conflicto como una herramienta, es decir, el conflicto no es inherentemente bueno o malo. Un martillo, por ejemplo, puede ser una herramienta útil para construir algo, pero ese mismo martillo puede usarse también para destruir cosas. Algunas veces las personas usamos el conflicto para construir o mejorar relaciones, mientras que en otros momentos ese mismo conflicto puede ser un arma de intimidación o usado para controlar a otros.

Mientras mejor conozcamos el conflicto, y como usarlo a nuestro favor, más nos estaremos cuidando frente a un mal uso de él.

Elementos del conflicto: Existen cuatro elementos básicos en todo conflicto. Todos ellos deben ser considerados cuando se trata de enfrentarlo de una manera saludable:

  • Hechos y situaciones: Esto representa la parte objetiva sobre lo que pasó y está pasando.
  • Puntos de vista y marcos de referencia: Siempre hay dos (o más) versiones de una misma situación. Un conflicto fácilmente puede emerger entre estos puntos de vista.
  • Opiniones y creencias: Cada persona tiene opiniones y creencias sobre lo que está pasando. Esto representa las maneras diferentes en que los individuos le asignan significado a los hechos de un conflicto.
  • Emociones: están siempre presentes, y evolucionan junto al desarrollo del conflicto. Es importante considerarlas en todo momento.

Entonces con el objetivo de incrementar las opciones de tener un conflicto productivo, se deben considerar que el conflicto se produce por la presencia de diferentes perspectivas, el objetivo no es que uno gane, sino que la relación gane, y se pueden desarrollar y utilizar diversas habilidades para hacer que el conflicto sea lo más productivo e instructivo posible.

Un factor importante a considerar es que el cambio de punto de vista puede cambiar la forma en que uno ve la situación, entonces es útil preguntarse: «Si pensara en esto desde el punto de vista del otro involucrado, ¿estaría de acuerdo conmigo mismo?» Esta es una postura saludable y productiva a tomar. Esto no significa que ceder sino que muestra la necesidad de reconocer que la otra perspectiva puede ser tan válida como la propia. Un conflicto sano implica escapar de la lucha por ganar y centrarse en encontrar un punto de encuentro.

Mis Necesidades y Nuestras Necesidades

La mayoría de la gente piensa en un conflicto o discusión como algo que una persona gana y la otra pierde. Sin embargo, es posible “ganar” una discusión y aún así dañar la relación. Un factor importante en cualquier conflicto es que siempre hay tres participantes: 1. la primera persona, 2. la segunda persona, y 3. la relación que comparten.

Una manera productiva para mirar el conflicto es en términos de «nosotros contra este desacuerdo», de modo que los ganadores son todas las personas involucradas y el «perdedor» es el tema que amenaza con dañar la relación.

Problemas de poder y control

El conflicto puede fácilmente evolucionar en una lucha para ver quién tiene más poder o control en la relación, sin embargo, para un conflicto saludable y productivo, es importante considerar no sólo el poder personal sino también el poder de la relación.

Poner fin a un problema con otro con la meta de que cada persona siente que su posición fue respetada y entendida, independientemente del resultado, es un ingrediente crítico en conflictos productivos y saludables. Frecuentemente es difícil determinar lo que es más importante. ¿Qué es lo mejor para mí? ¿Qué es lo mejor para ti? ¿Qué es lo mejor para nosotros? Hacerse estas preguntas es clave para poder hacer del conflicto, una instancia de aprendizaje.

Cuando se nos hace difícil avanzar en una sana resolución del conflicto, es importante preguntarse si hay otro problema oculto bajo el desencuentro que estamos teniendo. Si es así, hay que centrar el trabajo en eso de fondo, pues es probable que al resolver esto, lo demás deje de ser un  conflicto.

Fuente: Duke University

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