En una sociedad donde estamos acostumbrados a hacer largas jornadas laborales, es importante hacer la distinción entre personas trabajadoras y personas adictas al trabajo. Una marcada diferencia es que las personas trabajadoras pueden dejar de trabajar y de pensar en el trabajo cuando es tiempo de responder a una necesidad o responsabilidad de su vida personal. Los adictos al trabajo permiten que sus obligaciones laborales absorban todos los aspectos de la vida: familias, amistades, hobbies, etc.
Existen señales que si la persona las presenta frecuentemente, es altamente probable que sea adicta al trabajo.
– Gran dificultad para delegar y pedir ayuda. Tendencia a irritarse cuando las cosas no se hacen a su manera.
– Impaciencia frente a la espera. Sensación de que las cosas nunca se realizan con la suficiente rapidez.
– La persona parece estar siempre apurada, corriendo contra el reloj.
– Continuar trabajando a pesar de que sus compañeros dejaron de hacerlo.
– Estar constantemente ocupado y con muchos compromisos que se superponen. Intentar abarcar más de lo que puede.
– Generalmente hace dos o tres cosas a la vez, como comer y escribir un e-mail mientras habla por teléfono.
– Tendencia a ponerse tiempos límites sumamente difíciles de cumplir. Disfrutar de este tipo de presión.
– Se siente culpable cuando no está trabajando.
– Dificultad para relajarse cuando no está trabajando.
– Ocupar mucho tiempo en pensar y planificar eventos futuros, mientras descuida el aquí y ahora.
– Descuidar las relaciones con los seres queridos en pos de dedicar tiempo y energía al trabajo.
– Olvidar, ignorar o minimizar celebraciones, tales como cumpleaños, reuniones, aniversarios o vacaciones.

Es importante para la empresa detectar a las personas con estas características para recomendar una asesoría profesional con el Programa de Asistencia al Empleado. Si los gerentes y supervisores están informados sobre la existencia de este problema y si conocen las señales a tomar en cuenta para diferenciar a un buen trabajador de otro adicto al trabajo, estarán en mejores condiciones de ayudar al colaborador, evitando consecuencias negativas tanto para la persona como para la empresa.

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