Nos encontramos inmersos en un mundo en el que los medios de comunicación e internet han pasado a formar parte importante en la vida de la mayoría de las familias, aportando con información y diversión que nos satisfacen de forma inmediata. Incluso aparecen series de televisión o juegos por Facebook que abren preguntas importantes en los adolescentes o, incluso, los impulsan a realizar acciones riesgosas contra ellos mismo.

Si bien internet ha traído una serie de beneficios y ventajas, como la posibilidad de tener acceso a información de forma simple y rápida, no está exenta de peligros. En la actualidad, internet acompaña la vida de las personas desde niños, siendo una fuente de influencia constante. Sin embargo, los niños y los adolescentes no cuentan con las mismas capacidades que los adultos para tomar decisiones, tampoco saben cómo manejar las emociones que puedan resultar de lo que están observando o escuchando.

A pesar de la evidencia de los riesgos que trae consigo el uso de internet, puede resultar difícil para los padres estar permanentemente actualizados con toda la información y últimas tecnologías o saber exactamente lo que están mostrando los diversos medios a los que acceden sus hijos. Más allá de estas exigencias, la invitación apunta a realizarse las siguientes preguntas: ¿cómo padre/madre estoy invirtiendo el tiempo necesario para traducir la información que constantemente recibe mi hijo?, ¿estoy siendo un orientador, para mi hijo, que le permita reflexionar acerca de la información a la que accede?

He aquí algunas recomendaciones que permitan a los padres mediar el buen uso de estas tecnologías:

  • Supervisa lo que tu hijo está viendo en redes sociales, Youtube, buscadores de Internet, además de la televisión, juegos de video y revistas. Ver con él internet, programas o películas, permite la posibilidad de darle una visión realista del contenido al que está accediendo.
  • Limita aquellos programas de televisión, juegos de video y sitios de Internet que no quieres que tu hijo tenga acceso. Puedes utilizar claves.
  • Pon un límite de tiempo a la exposición de éstos medios.
  • Háblale con claridad acerca de las reglas establecidas. Si no está de acuerdo, explícale tus motivos y juntos escojan algo más adecuado.
  • Idealmente usar el tablet, teléfono, computador, televisor o juegos de video fuera del dormitorio del hijo. Lo mejor sería utilizarlos en un espacio común.
  • Conversa con tu hijo acerca de lo que observan y escuchan, ayudándolo a comparar los mensajes de los medios con los valores que tú quieres transmitirle, de lo contrario, estos medios podrían ser la única fuente de influencia para él.
  • Ayuda a tu hijo más pequeño a diferenciar entre la fantasía y la realidad. Por ejemplo, si algún personaje ha sido violentado resultando ileso, explícale que en la vida real la violencia sí implica daño o muerte. Enséñale que no todo lo que aparece en internet o televisión es real.
  • Estimula otras actividades como deporte, lectura, compartir con amigos, salidas familiares, juegos de mesa, etc.

Navegar por internet no es bueno ni malo. Podemos ayudar a su buena utilización rescatando lo que nos ofrece a favor de las necesidades familiares y limitando el mal uso desde los primeros años de vida.

Equipo EAS

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