¿Cómo definir objetivos útiles?

El definir objetivos alcanzables y todos los pasos que debemos lograr entre el estímulo actual (donde estoy parado) y el estímulo deseado (donde quiero llegar) nos permite ir saboreando cada uno de los logros. Los logros personales aumentan el sentimiento de eficacia, entonces podemos ponernos desafíos alcanzables para ir haciéndonos protagonistas de nuestro propio bienestar.

Para lograr “saborear” el logro de objetivos personales, debemos saber cómo plantearlos y hacerlos observables, ¿y cómo hacer esto?

Formulado en positivo: la idea es saber hacia dónde quiero ir, no de qué cosa me quiero alejar, por lo tanto debo buscar qué es lo que quiero hacer y no aquello que quiero dejar de hacer. Por ejemplo: si voy al supermercado, llevo una lista con lo que quiero comprar, no con lo que no necesito.

Concreto y medible: es una gran forma de engañarnos el decir «voy a trabajar más» o «voy a prestar más atención en la forma en que trato a los demás». Cuando tenemos un objetivo muy amplio, como «voy a trabajar más», es imposible saber si lo estoy logrando o no, en cambio si decimos «voy a terminar el informe que tengo pendiente entre las 10 y 11 de la mañana», es mucho más fácil medir los resultados.

Auto responsabilizado: muchas veces nos ponemos objetivos del tipo «quiero levantar mi negocio» o «quiero encontrar pareja». El problema de esto es que si el objetivo no depende 100% de uno, el fracaso tampoco. Si el fracaso no es nuestra responsabilidad, es muy fácil quedarse en el estímulo actual. Lo que se debe encontrar es «todo lo que yo puedo hacer para que eso suceda», de ahí en adelante confiar.

Ecológico: relacionado con la sustentabilidad. Se trata de saber exactamente qué perderé por lograr lo que quiero. Si me muevo del estímulo actual al estímulo deseado, lógicamente dejare cosas atrás, no solo lo que no quiero. Por ejemplo: si se quiere encontrar un trabajo, ¿estás dispuesto a levantarte muy temprano por la mañana o bien a dejar de ver la serie favorita después de almuerzo?

Hecho esto, debemos conectar nuestro objetivo con dos ideas importantes: los valores qué son los que te movilizan hacia ese objetivo, lo que necesitarás para moverte hacia él; y los recursos personales, para que sepas con que herramientas cuenta para lograrlo.

Luego de esto, debemos hacerlo alcanzable trazando un plan de acción. Esto se puede hacer a través de algunas preguntas como: ¿qué buscas con esto?, ¿qué te hace pensar que podrás lograrlo?, ¿con qué cuentas hoy para comenzar a caminar hacia allá?, ¿cuál es el primer paso que darás para comenzar a caminar en esa dirección?, ¿cómo te darás cuenta de que lo has logrado?

El logro de objetivos se relaciona fuertemente con nuestro bienestar, entonces más que hacernos expertos en lograrlos, debemos hacernos expertos en plantearlos.

Equipo EAS

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