Emociones positivas: qué son y cómo desarrollarlas

Se puede halar de la existencia de emociones positivas y negativas en el sentido de la vivencia que tenemos a partir de esta emoción. Las emociones negativas no son negativas en sí mismas ya que nos entregan información útil de la que debemos hacernos cargo; se deben asumir y aceptar como parte de la vida ya que al luchar contra ellas se produce un efecto paradójico y se intensifican.

Dentro de las emociones positivas, se identifican 10 tipos como las más frecuentes e influyentes en la vida cotidiana: alegría, gratitud, serenidad, interés, esperanza, orgullo, diversión, inspiración, sobrecogimiento y amor.

Las emociones positivas tienen muchos beneficios, entre ellos los principales son:

Amplían la perspectiva: La forma en que nos vemos nosotros mismo y al entorno. Al mantenerse en la emoción negativa sólo se ven conflictos y problemas, se dificulta ver las soluciones; al “enganchar” con emociones positivas se advierte el problema y mucho más, a la vez, se logran conocer potencialidades, recursos y lo que sí está funcionando, por lo que se puede enfrentar de mejor manera la situación o problema.

Generan flexibilidad y creatividad: Las emociones positivas potencian una mayor apertura a encontrar distintas soluciones frente a las situaciones que se enfrentan.

Permiten sociabilizar más: Desde las emociones positivas se tiende a pensar más en nosotros que en mí; el foco tendería a estar puesto en lo que tenemos en común con los otros más que las diferencias.

¿Cómo podemos potenciar las emociones positivas?

  1. A través de preguntas poderosas.

Las preguntas crean realidades, nos hacen poner el foco en un sector u otro de la realidad. Una emoción positiva va llevando a otra, son contagiosas, por lo que van creciendo en un espiral ascendente. Con las emociones negativas ocurre lo mismo, la negatividad conecta con más negatividad.

Cuando una persona está centrado en algo negativo, es útil preguntar: de la forma en que estás viendo esta situación ¿te abre puertas o te estanca?, ¿estas logrando algo o no a través de esto?, ¿te está deteniendo o abriendo opciones?; entonces cambiar a ¿qué si te gusta?, ¿qué está funcionando en tu vida?, ¿qué recursos tienes?, ¿qué necesitas para avanzar?, ¿qué hay de bueno en mi situación presente?, ¿qué me hace afortunado de estar acá?

      2. Agradecer diariamente.

Está demostrado que agradecer realmente fomenta las emociones positivas. Para lograrlo es necesario asociarlo a algo que ya esté ritualizado, por ejemplo, después de lavarse los dientes anotar los agradecimientos de 5 cosas que ya ocurren en la vida de la persona durante, por lo menos, 3 meses. Debe ser un agradecimiento con emoción y de cosas sencillas, no algo sin sentido o sólo por hacerlo.

      3. Meditación o respiración consciente diaria.

Este punto se relaciona con fomentar un mayor optimismo y superar de mejor forma las dificultades. Meditar o centrarse en una idea 15 minutos diarios sirve para empezar a desarrollar más el lóbulo frontal izquierdo, el cual estaría relacionado con el optimismo, lo que facilita el acceso a las emociones positivas. Por ejemplo, para una meditación de la bondad sirve mantener la mente ocupada con frases positivas como “me siento agradecido” y buscar la imagen de un ser que de sólo verlo a la persona le genere ternura y que gatille sensaciones agradables al pensar en él.

Fuente: Fredrickson, B. (2009) Vida Positiva

 

Share on LinkedInTweet about this on TwitterShare on FacebookPin on PinterestEmail this to someone