¿Qué hacer frente al bloqueo al hablar con un jefe?

Dentro de los miedos más comunes a la hora de hablar en público está éste. Muchas veces el miedo es una fantasía ya que es una situación que nunca ha ocurrido. Sin embargo, existen casos en los que el miedo es fundado, basado en una vivencia real, lo que genera una situación incómoda, porque al momento de quedarse en blanco, se suman reacciones fisiológicas, sequedad de boca, palpitaciones o sudoración general y las emociones que surgen como consecuencia de este hecho: vergüenza, miedo, rabia, impotencia, entre otras.

 

El estrés de quedar en blanco

El hecho de bloquearse o quedar en blanco tiene una explicación fisiológica y al tratarse de una reacción física, se puede gestionar. Al ver el hecho de quedarse en blanco descartando cualquier causa física, probablemente, detrás de esa incomunicación haya una emoción bloqueada que se activa en ese momento de pérdida temporal de memoria, generando un estrés generalizado. El catalizador de esa reacción puede ser un factor externo, no identificado, que despierta ese estado interno de alerta. Aunque conscientemente el entorno sea percibido como seguro, el cuerpo se prepara para el peligro, orientándose hacia el enfrentamiento, por lo que asuntos como dar una charla o presentar un producto quedan relegados a la categoría de secundarios, ya que sería el momento de luchar, no de hablar.

Entonces, ¿qué hacer frente a este bloqueo?

Muchas veces, al quedarse en blanco, está presente alguna figura de autoridad, lo que puede intensificar la presión que se siente en ese momento. Tienden a aparecer creencias irracionales relacionadas con la propia capacidad y con las intenciones del jefe.

Si en la mitad de una presentación y, sin motivo aparente, se pierdes el hilo del discurso, lo recomendable es hacer una pausa y tomar agua. Aprovechar esta pausa para reubicarse: dónde estoy; recordar el objetivo, para qué estoy aquí, reordenar ideas y retomar la charla con tranquilidad.

 

¿Qué hacer para no quedar en blanco?

Una de las sugerencias es preparar bien la puesta en escena ya que se obtienen algunas ventajas:

  • Recordar el argumento del discurso. Esto permitirá ser flexible con lo que se está diciendo, teniendo en cuenta lo importante y lo prescindible. Siempre se transmite más al hablar mirando al público que mirando un papel.
  • Interpretación atractiva. Al preparar el cuerpo para la presentación, se convertirá en un buen aliado para dar fuerza y vida a la puesta en escena. Cuando la comunicación verbal y no verbal son coherentes, la comunicación es mucho más eficaz.
  • Prueba de equipo. Si se va a utilizar equipo de cualquier tipo (audiovisual, iluminación, pizarra), se recomienda probar antes su funcionamiento y ubicación. Los problemas en vivo se entienden, pero las fallas por falta de preparación, tienden a distraer.

Fuente: Viventi.es

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